Mariano Rajoy habla con el director gerente
del Hospital Universitario Puerta de Hierro. /Foto: Gustavo Cuevas (Efe)
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Mariano Rajoy volvió a pisar una de sus líneas rojas al
informar este lunes de que habrá un nuevo ajuste de 10.000 millones de
euros en Educación y Sanidad, dos servicios básicos que prometió dejar
al margen de sus recortes si llegaba a la Moncloa.
Un anuncio por sorpresa que llega tan sólo seis días
después de que el Gobierno presentase en el Congreso de los Diputados el
proyecto de ley de los Presupuestos Generales para 2012, que ya
incluían un tijeretazo en el gasto de 27.000 millones de euros. Esto
supone que, técnicamente, el Ejecutivo deberá ahora presentar una
enmienda a su propio texto durante el trámite parlamentario. Una
decisión que, cuando menos, resulta inusual.
El peso de este recorte recaerá en las comunidades
autónomas ya que tienen asumidas el grueso de las competencias en
Educación y Sanidad. Según el PSOE, estos 10.000 millones de euros
supondrían entre el 10 y el 12% del total del dinero que transfiere el
Estado a los gobiernos regionales para financiar estos servicios
públciso básicos.
El Ministerio de Presidencia informó de la trascendental
decisión en una escueta nota de prensa, sin apenas detalles, en la que
dio cuenta de una reunión no prevista en la agenda oficial del Gobierno
entre Mariano Rajoy y su equipo económico formado por la vicepresidenta,
Soraya Sáenz de Santamaría; los ministros de Economía y Competitividad,
Luis de Guindos, y de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, y el director de la Oficina Económica de la Presidencia del
Gobierno, Álvaro Nadal.
El Ejecutivo no ofreció detalles de en qué capítulos habrá que meter la tijera, aunque eludió hablar de introducir el copago
en la sanidad. En la comunicación oficial de la Moncloa sólo se
especifica que Rajoy acordó con los ministros Educación, José Ignacio
Wert, y de Sanidad, Ana Mato, lograr un "ahorro" de 10.000 millones de
euros mediante una "mayor racionalización, eliminación de duplicidades y
eficiencia en la gestión de los grandes servicios públicos".
Ninguna de las agendas oficiales de los participantes
incluía la celebración de este cónclave, que estaba previsto en
principio para la semana que viene. Fuentes de Moncloa aseguraron que
"no es ni la primera vez ni la última" que el presidente departe que su
equipo económico.
Rajoy, según fuentes del Ejecutivo, ha querido ultimar el
Programa de Estabilidad 2012-2015 y el Programa Nacional de Reformas de
España para 2012, que se presentarán a la Comisión Europea durante este
mes. Un adelanto que perseguiría un doble objetivo. Por un lado,
satisfacer a la Unión Europea, que había solicitado al Gobierno que
acelerase lo máximo posible la ejecución de los nuevos Presupuestos del
Estado para que reflejasen su voluntad de alcanzar los objetivos de
déficit para este año.
Temor a un "martes negro"
La otra razón del anuncio del nuevo recorte estaría en el
intento del Gobierno de evitar un verdadero "martes negro" en la Bolsa,
que el lunes no operó al ser un día festivo en buena parte del país,
pero que se enfrenta a una nueva jornada con la prima de riesgo situada
por encima de los 405 puntos básicos. Según De Guindos, buena parte de
las dudas de los mercados internacionales sobre la solidez de la
economía de España obedecen a la incertidumbre sobre la situación de las
comunidades autónomas, que fueron responsables en buena parte de la
desviación del objetivo de déficit en 2011.
Tal vez por ello, la nota oficial sobre el encuentro
entre Rajoy y su equipo económico subraya que el Programa de Estabilidad
reafirma el compromiso de reducción del déficit de las autonomías al
1,5% del PIB en 2012. Y, sobre todo, de que en los próximos días, las
comunidades, coordinadas por el Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas, adaptarán sus presupuestos a las previsiones
de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 y actualizarán sus
planes económico-financieros al nuevo cuadro macroeconómico del
Gobierno.
Se trata, por tanto, de dar respuesta a otra de las
exigencias de Bruselas. Esta revisión presupuestaria quedará concluida a
principios de mayo, cuando sea revisada por el Consejo de Política
Fiscal y Financiera, que se convocará solo con este objetivo.
La contundencia de este nuevo ajuste casi eclipsó la
controversia surgida tras enredarse el Gobierno y el PP sobre la
conveniencia o no de implantar el copago en sanidad. De Guindos afirmó
que el Gobierno estudiaba la posibilidad de que las personas con altas
rentas, puso el ejemplo de las superiores a los 100.000 euros anuales,
no recibieran de manera gratuita la cartera básica de servicios
sanitarios. La respuesta llegó de inmediato desde el partido que
sustenta al Gobierno. Carlos Floriano, vicesecretario de Organización
del PP, calificó de "reflexión personal" las palabras del titular de
Economía y aseguró que el Ejecutivo no contemplaba ninguna forma de
copago sanitario.
Desde el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que el
cruce de afirmaciones y desmentidos entre el Gobierno y el PP sobre el
copago era un "espectáculo deplorable", propio de "una ceremonia de la
confusión". El secretario general de los socialistas aseguró además que
su partido rechaza ese modelo porque es "injusto e ineficaz".
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